lunes, 1 de octubre de 2012

No puedo evitarlo...

Mi vida es perfecta hasta que es lunes y tengo que verte; no porque te odie, sino porque me encantas, porque  te quiero.

Las 7:30 de la mañana son una tortura constante. Un estrés innecesario. Un maldito infierno. Estoy muriendo en vida porque no puedo vivir contigo.

Me duele no poder hablarte porque tu así lo decidiste, me arrepiento de habértelo dicho, me arrepiento de ser quien soy y de haberlo admitido, pero creo firmemente que fingir amistad cuando se siente amor es un suicidio lento y doloroso.

Perdón... Neta, perdón por haber tenido el valor de admitir algo que otra persona siempre hubiese callado perdón, por no mentirte y por verte con otras personas y morir un poquito cada día mas rápido.


viernes, 6 de julio de 2012

Creí que sería suficiente, porque para mí tú lo eras, pero no fue así.

Por supuesto que seguía extrañándolo, añorándolo y pensándolo, pero la despedida me hizo abrir los ojos para aceptar que él ya no estaba allí desde hace mucho tiempo atrás, se había ido a pesar de que la fecha en su boleto de avión aún no estaba marcada en el calendario.

Fue lo mejor, ya que olvidarlo me tomaría tiempo y si yo ya lo empezaba a hacer desde antes de que se fuera para siempre, las cosas no dolerían tanto después. Además, no hay ningún otro detalle que puntualizar, el hecho está en que enamoré de él y jamás tuve la oportunidad de decirle “te quiero” sin estar violando alguna ley del código moral.

Supe que estaba enamorada de él en el momento en el que recordé las palabras de algún viejo filósofo cuyo nombre no tiene mayor importancia:

"No se puede hablar de amor a menos de que el evento marqué un fin a tu pasado, permanezca en tu presente y cambie el rumbo de tu futuro para siempre."

Hasta ahora no he encontrado mejor explicación para lo que sentí por él.
Sin embargo, le digo adiós, porque quiero volver a enamorarme para volver a sentir esa pausa a la realidad mientras escucho una canción lenta inaudible en un día soleado sin preocuparme por nada más, porque en el amor, el principio es el que debe de prolongarse para que no exista un final.



lunes, 11 de junio de 2012

No te enamores de mí, por favor.

No te enamores de mí, no me invites un café, no me busques, no me llames, no me desees un buen día, no te preocupes porque me vaya bien, no te sientas nervioso cuando sonrío, no te intimides cuando use vestido negro con tacones, no sientas celos cuando me veas con alguien más, no me digas que soy guapa, no acaricies mi cabello, no pienses en mí ni una vez durante el día, no pongas tu brazo sobre mi hombro, no te tardes más de un segundo en mirarme a los ojos…

jueves, 17 de mayo de 2012

Voy a tomar tu mente por sorpresa y cuando te des cuenta, estaras pensando en mi, con el corazon...

Ese sentimiento de quererte matar a besos me consume poco a poco cuando te acercas a mí sin miedo y sin nada que temer, como si no te importara lo que la gente pudiese estar pensando acerca de nosotros, acerca de ti y de ella, acerca de mí, acerca de nosotros.

¿Cómo te atreves a mirarme así, nada más? Llegas con tus ojos y sin decir nada, tratas de retarme a que haga algo, pero, mi vida, ¿qué podría hacer yo? Nada.

Me encantas. Me fascinas y me inquietas y me preocupas y me pongo sin discurso elocuente alguno cuando estoy contigo.

Esto es más que nada una mezcla entre cariño y coraje, coraje que te excita de vez en cuando a pensar en hasta dónde podré llegar a disimular lo que siento por ti y a veces también te da este sentimiento de impotencia que te deja como indiferente y que me deja como por dejarlo todo.

Después de tanto y después de todo, sigues siendo tú el único hombre que despierta mis ojos y me deja por pensar en la verdadera situación en la que estoy metida.

Mis sentimientos me han metido en este problema y supongo que es hora de seguir adelante, tú me lo pides a gritos y sin embargo, yo me muero de ti, mi vida. Eres tú lo que no estaba buscando, pero encontré de la nada un día.

Te quiero, te odio y de igual manera siempre estoy pensando en ti y en arrancarte esa sonrisa para pretender que siempre fue mía y de ninguna otra.



martes, 15 de mayo de 2012

Tiempo...

Tiempo, eso es lo que necesitamos ahora mismo.

Debemos dejarnos, ignorarnos, herirnos y extrañarnos por un tiempo.

Búscame cuando ya no puedas fingir más, búscame cuando me necesites porque ése será el momento más adecuado para que reanudemos esta historia de amor tan bizarra, complicada y extraña que escribí una madrugada en la que sufría de una sobredosis de sentimientos.

Nunca esperé que mis historias se volviesen realidad, pero me dio gusto que no me dejaras huir antes, me dio gusto que intentaras y aún me duele haberte perdido.
Sin embargo, mi vida, ahora lo único que necesitamos es tiempo.

domingo, 29 de abril de 2012




“¿Te gusta alguien del grupo?”, me preguntan.
Sí.

Y me gustan también los días soleados, me gustan las canciones ochenteras, me gusta leer, me gusta yo misma escribir historias, me gustan las películas, me gusta estudiar a veces, me gusta “I’d Rather Dance With You” de Kings of Convenience, me gusta que me hagan reír, me gusta sorprender a las personas al hacer cosas que jamás hubieran esperado que hiciera,me gusta hacer bromas, me gusta caminar por la noche en la ciudad, me gusta ir de compras, me gusta el clima frío, me gusta el sushi, me gustan los perros, me gustan las tardes de no hacer nada, me gusta desvelarme, me gusta dormir, me gusta hablar en inglés, me gusta hacer caras graciosas, me gusta soñar cuando duermo, me gusta mi cabello, me gusta cómo soy con la gente, me gusta cuando las cosas me salen bien, me gusta despertarme temprano, me gusta que no llueva, me gusta caminar por parques o lugares con árboles en otoño, me gusta escribir con buena ortografía, me gusta tener detalles bizarros como llegar de la nada y darte una carta que diga que llevo ocho meses enamorada de ti, me gustan las flores, me gustan las cartas, me gusta pensar positivo, me gusta decir lo que siento sin tener que fingir, me gusta sonreír aunque esté enojada, me gusta que me callen a besos, me gusta cuando tú tomas la iniciativa, me gusta que no me regalen cosas simples que se compran y envuelven en tiendas departamentales, me gusta ser tan cambiante, me gusta ignorar a las personas de vez en cuando y dejarles de hablar sin mayor explicación para que vengan de la nada y me digan: “Te extraño”, me gusta que me digan que no todo está tan mal, me gusta platicar, me gusta que me hagan favores sin pedirlos, me gusta que estemos juntos porque somos la cosa más bizarra del mundo, me gusta la palabra “bizarro”, me gustan las películas en francés, me gusta el Miguel Bosé de los años ochenta, me gusta exagerar las cosas, me gusta cómo te quedan las chamarras de cuero, me gusta que tengamos esto más privado y ante los ojos de todos parezca que somos dos extraños porque puedo pensar que toda esta historia me la inventé yo, me gusta tu mirada, me gusta que me hagas mejorar como persona sin siquiera darte cuenta, me gusta el té, me gusta estar tranquila, me gusta manejar sin tráfico, me gusta verme bien, me gusta viajar, me gustan los animales, me gusta conocer gente, me gusta que me quieran, me gusta bailar sin razón alguna, me gusta sonreírte, me gusta la moda, me gusta la publicidad, me gusta estar con mucha gente, me gusta ser tan racional….. y me gustas tú y me gusta que me gustes porque no cambiaría nuestra inexistente relación platónica de más de ocho meses ni por un buen acostón con un güero de ojos verdes.


Me inventé una historia de amor sin pensar en un principio ni en un desenlace y me quedé en medio de argumentos que no tenían sentido cuando los decía en voz alta, me quedé en hacerlo todo a tus espaldas y a la vez nada frente a ti.

 
No quiero que lo entiendas, un sentimiento nunca se puede explicar y ése fue mi peor error. No trato de explicártelo porque ni siquiera puedo explicármelo a mí misma. Aunque sea la burla de mis amigos, yo sí creía que tú eras el más guapo y quizás era la única mujer a la que deslumbrabas con tu chamarra de cuero negra, pero yo estaba allí aunque fue algo que tú nunca viste.

 Te quiero y por eso es que no puedo concentrarme en nada más, porque aunque trate de ver otra cosa y pensar en algo o alguien más, siempre recuerdo que te quiero y que por eso es que te quiero, porque te quiero.

 Te quiero y es por eso que no siento lo caliente de un café a media mañana en mi boca, porque mi corazón está a una temperatura más alta y se olvida fácilmente de estar en llamas por algo que no seas tú, porque te quiero.

 Te quiero porque te he escrito una carta y miles de historias que tan sólo existen en mi cabeza y que no pienso sacar de ahí porque no quiero arruinarlo , porque te quiero.

 Te quiero y ésa es la razón por la que ahora tengo tan sólo una lista de reproducción entre mi biblioteca de música que escucho repetidamente, porque son las únicas canciones que me recuerdan a ti, porque te quiero.

 Te quiero sin saber por qué, sin darme cuenta, sin condiciones, sin ningún motivo razonable, sin que hagas nada por mi cariño, sin que te importe, sin ninguna atadura, sin impedimentos, sin nada más que quererte patéticamente.

 Te quiero y por eso es que estoy aquí, queriéndote y extrañándote, necesitándote y resignándome a que lo nuestro no podrá ser, pero te necesito en mi vida y a mi lado de alguna forma, porque te quiero.